Domingo 24/04/2005.
UN GEÓLOGO PRESTADO A
LA HISTORIA /Ivone Rincón Moreno
Oswaldo De Sola nació en la quinta Santa Teresa de
Caracas, pero desde
hace unos cuantos años se ha dedicado a la
difícil tarea de investigar datos
históricos de Guayana, tierra que le
robó más que el corazón y de la que tiene sus mejores recuerdos.
Entre risas,
advierte que en sus 83 años de edad ha sido testigo del ejercicio de diecisiete presidentes, por lo que a él "nadie" le puede venir con cuentos.
Es ingeniero en geología de profesión, y quizás por eso es que la antigüedad de las tierras
guayanesas lo embrujó y lo atrajo para
desentrañar la historia de esta región.
Durante los
últimos añios se ha dedicado a investigar y a encontrar documentos históricos sobre esas grandes batallas que se dieron en Guayana y en toda
Venezuela. La vida de ilustres próceres y de otros que no han sido ni tan
ilustres ni tan próceres.
Desde la sede
de la Fundación Museo Histórico de Guayana, en Ciudad Bolívar, Oswaldo De Sola
hace historia y se remonta a sus arios mozos, cuando estudiaba bachillerato en el Colegio Sucre de Caracas,
de donde egresó en 1939.
Recuerda que
la Caracas de su juventud era la Caracas de Gómez, pues fue en esa misma época
cuando él estaba terminando el bachillerato
y en ese momento "todo el mundo se volvió izquierdista de repente,
jajajaja, y entonces todos tenían bajo el
brazo los libros de Marx y Lenin. Es que imagínate, unos muchachos que
después de todos esos años de dictadura, estábamos totalmente desorientados y leíamos lo que nos pusieran".
Confiesa que
quedó muy impresionado cuando leyó el Capital de Marx, "era un libro que ya tenía 80 años de publicado,
y por supuesto, me llamó muchísimo la atención, porque la Venezuela miserable
en la cual yo me crié no tenía ningún asomo
de igualdad con aquello que él
describía de la Europa de mediados
del siglo XIX, de forma que me pareció fantasioso y ridículo decir que
esa era la solución de la humanidad y allí comenzaron los problemas porque la gente
decía que era muy conservador.
Una familia con antigüedad
De sola
recuerda con cariño que cuando era pequeño su papa siempre le contaba historia
sobre los antepasados españoles, de tal modo
que "nos contaba todas las cosas
de España, de la toma de Granada, y de sus parientes. Y es que fíjate
catorce De Sola fueron quemados en actos de fe por la Inquisición, jajajaja, y
es que nosotros somos de la rama sefardí".
Rodeado de sus libros de
historia, manuscritos y textos históricos que ha rescatado del olvido, Oswaldo
De Sola, recuerda que al final de muchas vueltas,
su familia vino a América y fue
cuando se instalaron en Venezuela.
En 1943, egresa de la Universidad Central de Venezuela como geólogo. "Me graduó Medina, por cierto, jajajaja,
y a me me correspondió el número 810 del
Colegio de Ingenieros, y eso significa que no había nadie. Venezuela era un país pelao y a uno lo
utilizaban para todo, si había que componer un pavimento en Valencia, uno de nosotros iba, si había que hacer una pista en Barcelona, iba uno de
nosotros... y por eso yo he participado en miles de cosas sin tener realmente la formación para eso, sino que era una obligación porque no había nada y si uno no lo hacía, no lo hacía
nadie".
- ¿Por qué la geología?
- Porque en ese momento en Venezuela se estaba conociendo el potencial
petrolero y necesitábamos gente para desarrollar todos esos depósitos. En mis
primeros arios de trabajo, nos dedicamos a la formación de la cartografía, porque en Venezuela no había planos y no había una cartografía, que
por ejemplo, uniera a Barquisimeto con San
Cristóbal. Yo tuve que participar en esa comisión que levantó la cartografía nacional, eso fue al
principio de los añios 40.
Cuenta
que para esa época los únicos planos que existían eran unos cuantos elaborados por Codazzi,
por lo que su
primer trabajo fue la reelaboración de planos.
De Sola también realizó en
esos primeros años trabajos de
estratigrafía en la ladera de los Andes hacia los Llanos. Allí establecimos una secuencia y nos dimos cuenta de que había petróleo, y entonces se empezó la perforación de campos
y otras cosas.
Director de la UCV
En 1946, el rector de la
Universidad Central de Venezuela, Santiago Vera Izquierdo, lo invitó a ingresar
en esta casa de estudios como docente, y fue así como inició su carrera
académica que concluyó en 1972, cuando culminó
su gestión como rector interino de la UCV. De Sola fue uno de los dos rectores
designados a esta casa de estudios superiores, cuando se produjo su intervención por parte del para entonces
presidente de la República, Rafael Caldera.
"Yo trabajé en la
universidad por 35 arios, y estaba siempre en la Facultad de Ingeniería, porque
desde que se inició en los tiempos de Cagigal está ligada a la geología. Cagigal también era geólogo y paleontólogo,
tenía muchos escritos interesantísimos, continuó. Al llegar los recursos del
petróleo y cuando los presupuestos empezaron a crecer y se inició la entrada
del país a la modernidad, el primero que comenzó de una manera increíble es el
programa de Febrero de López Contreras,
ese es un documento histórico que todo el mundo debería de leer, porque ahí se ve la intención de hacer las cosas bien".
Oswaldo De Sola recibió todo
tipo de condecoraciones y reconocimientos por la actividad académica y
científica que ha
desarrollado en toda su vida.
Sin embargo, esos
reconocimientos no incidieron en que ahora,
en esta etapa de su vida, se haya dedicado por entero a una actividad que lo
apasiona: la investigación histórica y entre sus grandes hallazgos están
documentos, medallas históricas y cuadros de personajes ilustres.
En este proceso de
investigación de documentos históricos, el ingeniero se ha encontrado con
algunos textos sobre la vida de Manuel Piar, quien para asombro de muchos no se
llama Manuel Carlos, sino Manuel María Francisco.
Por
cierto, él atesora los documentos en los que se justifica la decisión que tomó Simón Bolívar de fusilar a Piar en Ciudad Bolívar
Encuentro con
Guayana
Oswaldo De Sola recuerda con cariño que uno de sus
primero trabajos que lo trajo a Guayana fue la evaluación del Caroní para la
construcción de una represa que permitiera aprovechar el potencial
hidroeléctrico de esta fuente de agua.
Recuerda que la
Corporación de Fomento estuvo integrada
por notables venezolanos que se encargaban -aproximadamente en 1948-
de hacer trabajos para el desarrollo agrícola, obras públicas, comunicaciones,
entre otras responsabilidades.
"En 1949 se decidió
estudiar la
Guayana como zona turística. Hicimos unos viajes a
Guayana y aquí no había nada, sólo existía Ciudad Bolívar y un pueblito de tres
calles que se llamaba San Félix. Lo demás eran sabanas y bosques, total que yo
era amigo de todos los ingenieros viejos, de Rafael de León, Rafael Alfonzo
Ravard y a nosotros se nos ocurrió venir a
Caroní, porque se nos ocurrió la idea de aprovechar esos grandes ríos.
Venezuela casi no tenía electricidad, sólo existía una plantica en Tacoa.
Vinimos entonces a ver el Caroní".
Cuenta que llegaron a
Ciudad Bolívar y preguntaron cómo hacían
para llegar a San Félix y se encontraron con que la única manera de llegar era en curiara. Entonces,
tuvieron que emprender el viaje por el
Orinoco. "El viaje duró varias horas, pero no mucho porque el río
lo empujaba a uno".
"Cuando llegamos nos encontramos que habían unas callecitas, la sabana detrás,
un cerro picúo que se llamaba El Gallo en el centro de la sabana. Preguntamos
entonces, ¿dónde está el Caroní?, y tuvimos que coger unas mulas y llegamos a
una zona más o menos cercana -a lo que hoy es el Parque Cachamay- y nos
bajamos y nos quedamos estupefactos, al ver esos saltos de agua y es que nunca
habíamos imaginado un río de ese tamaño, porque los ríos que habíamos visto en
el resto del país eran pequeños, el que tenía una mayor cantidad de agua tenía unos tres metros cúbicos".
Recuerda que cuando ellos llegaron, vieron ese monstruo de agua cayendo , nos vimos todos
la cara y recuerdo y recuerdo que Rafael Alfonso Ravard que siempre ha sido muy
formal, se le salió una grosería: él dijo,
¿y ahora qué carajo hacemos con esto?".
Un río como
pocos
Luego de ese primer contacto, el paso
siguiente era "ponerle tamaño al río"
y se establecieron unos contratos
para que viniera gente especializada a medir el río en varios tramos, eso fue entre los arios 48
y 49. "Desde ese momento yo estoy ligado a la Guayana, porque me pareció
fabulosa, era otro mundo, esto era otro
país, que no tiene nada que ver con lo que está al norte del
Orinoco".
Luego de varios estudios
lograron medir el río y concluyeron que el río podía producir 5 mil metros cúbicos por segundo y "hay que
ver lo que es esa cantidad de agua... lo que
nos angustió es que en los meses de enero y febrero el río bajaba
tanto que sólo pasaban 500 metros cúbicos.
El Caroní es hermosísimo y es uno de los ríos más famosos del mundo porque se inicia a 5 mil metros de altura y culmina en dos metros
de altura, todo su lecho es de piedra y no hay sedimentos. Entonces, para
suplir ese lapso con bajo caudal, propusimos represar el agua para que no se
paralizara la electricidad".
Luego de mucho trabajo e investigaciones, los
ingenieros se las arreglaron para realizar en 1956 esa primera presa que
llamaron "represa al pelo de agua", que no tenía aliviaderos, utilizaba el agua que iba pasando por el río; y
que luego dio paso a la Represa Hidroeléctrica Raúl Leoni.
Hoy en día Oswaldo De Sola sigue hablando de Guayana con el mismo amor
y la misma intensidad. Su preocupación ahora es que todos conozcan la historia
de un país y de una de sus regiones más hermosas.
- ¿Por qué decidió venirse a Ciudad Bolívar?
- Porque esta es la
capital de la provincia antigua, y esto debería ser un centro cultural. Tenemos los elementos para que Ciudad Bolívar sea un sitio
turístico, pero desgraciadamente hay
muy poca imaginación.
- ¿Qué lo cautivó de Guayana?
- La majestuosidad.
Cuando tú llegas por primera vez a la Guayana tú te quedas así... espantado de la sabana, las rocas, el paisaje, el color del cielo,
los ríos, es algo impresionante. Y
además la carga histórica es importantísima.
- ¿Cuál ha sido la obra de ingeniería más
1 im-
portante construida en Venezuela?
1 - Indudablemente que
Guri, ahora claro, somos unos . expertos pero al principio tuvimos que aprender mu‑
cho y ahora los
venezolanos saben hacer presas mor- 't mes y no se asustan con el río Caroní.
Progreso en Venezuela ha habido, eso de
negarlo, que si la cuarta República es totalmente ridículo.
- A nivel mundial ¿Cuál ha sido la obra de ingeniería
más importante?
- Yo diría que Guri, el Golden Gate, la Presa
del Colorado que es un poquito más pequeña
que Guri, pero es importante.
- ¿Qué es lo más valioso que ha encontrado a
nivel histórico?
- La clarificación de quién es Piar.
- ¿Por qué?
- Porque todos creen que es un bendito y es un
canalla. Y lo fabuloso de Guayana se llama Antonio de Berríos, fue
extraordinario.
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